Stéphane Vrinat, coleccionista de Porsches clásicos, que organiza rutas por Catalunya con sus propios deportivos: “Estos coches no fueron hechos para ser exhibidos, sino para ser conducidos”

Stéphane Vrinat, el motor que impulsa y está detrás de The Rolling Museum, es un ingeniero francés afincado en Barcelona desde hace más de dos décadas que convirtió su pasión por los Porsches en el trabajo de su vida. Después de una exitosa carrera en la industria automotriz, hace unos diez años dio un salto de fe y abrió su propio taller. El plan parecía simple: comprar, restaurar y revender Porsches clásicos.
Pero pronto descubrió que hacer las cosas bien implicaba ir mucho más allá de lo esperado. Cada proyecto requería mucho más tiempo, dedicación, esfuerzo -e inversión- (el doble de lo anticipado, y a veces incluso más), por lo que, al final, el resultado eran coches restaurados con un nivel de detalle tan alto que ya no tenía sentido financiero revenderlos. A consecuencia de eso, lo que empezó como un taller “personal” pronto evolucionó hacia un conjunto único de Porsches clásicos y comenzó a conformarse una colección con piezas destacadas y singulares.

Cada coche de la creciente colección de Stéphane fue elegido por una razón concreta: una configuración de motor inusual, una combinación de colores poco frecuente, un interior peculiar o una ‘historia‘ que hacía a esa unidad especial. Desde los motores bóxer refrigerados por aire hasta los cuatro cilindros y los V8, su colección refleja toda la evolución de la ingeniería de Porsche a lo largo de los años e incluye ejemplares de todas las épocas, en ocasiones con varios representantes del mismo modelo o versión, aunque cada coche siempre con sus “particularidades”.
Pero Stéphane Vrinat no es solo un coleccionista, es alguien que comparte. Muy activo y popular en la comunidad Porsche de Barcelona, es conocido por invitar a sus amigos a conducir sus coches durante encuentros locales. Estos eventos, donde se intercambian coches y se comparten sonrisas, dieron lugar a una idea más grande: The Rolling Museum.
El concepto que hay detrás de esta iniciativa única es simple pero poderoso: sacar toda la colección a la carretera durante varios días. Conducir toda la gama, desde los modelos refrigerados por aire más antiguos hasta los clásicos más recientes, para experimentar un verdadero viaje en el tiempo por la historia de la marca.
Y todo ello sin los límites de un recinto cerrado sino por carreteras abiertas, con el entusiasmo compartido de los apasionados por el universo Porsche y por sus modelos más emblemáticos y con la oportunidad de “conectar” con los coches como realmente fueron concebidos: en movimiento, para circular, para ser conducidos, para ser disfrutados en marcha.

Como dice Vrinat: “Un museo está bien, pero le falta algo. Puedes ver los coches, pero no puedes sentirlos. No hay sonido de motor, ni vibración, ni olor, ni emoción. Está incompleto. Estos coches no fueron hechos para permanecer estáticos o para estar en una exhibición y ser solo 'Garage Queens' sino que fueron fabricados para ser conducidos”.
Así, la idea detrás de The Rolling Museum es dar vida a esa experiencia y mantener viva un tipo de conducción y de sensaciones al volante inolvidables, al mismo tiempo que se preserva la historia automotriz. Para ello, y en colaboración con Porsche Experience España, The Rolling Museum organiza “Road Trips” y rutas de conducción de varios días de duración recorriendo algunos de los enclaves con más encanto de la geografía catalana en busca de las mejores carreteras y combinando la gastronomía local y el patrimonio cultural pero siempre con los clásicos como principales protagonistas. Uno de sus “tours” más exitosos es el del Priorat, con fechas ya cerradas para septiembre (17-19), octubre (15-17) y noviembre (15-16).
El punto de partida de este “viaje de sensaciones” es el legendario Autódromo de Terramar, en Sant Pere de Ribes, un circuito cargado de historia que ofrece el entorno perfecto para tomar un primer contacto con los vehículos. La jornada arranca con una sesión técnica de conducción impartida por instructores certificados de Porsche Experience, donde los participantes pueden probar algunos de los modelos más singulares de la colección y comenzar a familiarizarse con el manejo de autos que en algunos casos superan los 65 años de antigüedad.

Para una experiencia segura es siempre conveniente adquirir confianza y conocer la respuesta de la frenada, la dirección o el comportamiento general de vehículos que nada tienen que ver con los automóviles modernos. Este “reaprendizaje” de la conducción sin ayudas electrónicas por parte de los participantes consiste en pruebas de slalom, de frenada en superficie mojada, y de aceleración en los peraltes originales del mítico circuito oval del Garraf, construido en 1923.
Tras una tradicional paella en el paseo marítimo de Sitges, la experiencia se traslada a la carretera. A lo largo del recorrido, los participantes rotan entre los 15 modelos de la colección –desde 1960 hasta 1995–, conduciendo cada uno de los ejemplares de la caravana de clásicos durante 30 minutos en orden cronológico para completar una auténtica inmersión en la evolución técnica y estética de Porsche. Después de varias paradas y visitas a enclaves destacados, la primera jornada culmina en en corazón histórico de Altafulla, con todos los coches concentrados en la Plaza de la Iglesia.
Después de hacer noche en esta localidad, el segundo día está dedicado por completo al placer de conducir. Una ruta cuidadosamente trazada lleva a los participantes por las carreteras del Priorat, alternando tramos dinámicos con pausas culturales y experiencias gastronómicas locales. Más allá de mostrar la evolución de Porsche, la jornada celebra el arte de viajar con vehículos clásicos por vías secundarias disfrutando del paisaje. La noche culmina en un enclave excepcional en pleno corazón vinícola del Priorat, no sin antes realizar una cata de vinos entre viñedos, seguida de una cena de autor como cierre de la jornada.

El tercer día marca el regreso al punto de inicio: el Autódromo de Terramar. El trayecto final discurre por sinuosas carreteras entre el Priorat y el Penedès, ofreciendo un desenlace espectacular a una experiencia que es mucho más que un evento automovilístico y se convierte en una celebración del diseño, la ingeniería, y la pasión por una marca mítica como Porsche.
La colección permanente de The Rolling Museum empleada en los eventos de conducción está formada por las unidades que listamos a continuación.
Porsche 356 Super 90: 90 CV (1964)Porsche 911 2,2 E: 155 CV (1971)Porsche 911 2,4S Targa: 190 CV (1972)Porsche 911 2.7 Carrera: 210 CV (1974)Porsche 914 2.0: 110 CV (1974)Porsche 911 3.0 Carrera: 200 CV (1976)Porsche 928 MY’78: 240 CV (1978)Porsche 911 Targa SC: 204 CV (1981)Porsche 911 3,2 Carrera: 231 CV (1986)Porsche 911 3.3 Turbo: 300 CV (1987)Porsche 911 3,2 Cabriolet G50: 231 CV (1989)Porsche 944 Turbo: 250 CV (1991)Porsche 968 Clubsport: 240 CV (1993)Porsche 911 964 Speedster: 250 CV (1993)
Porsche 911 Cabriolet Type 993: 272 CV (1995)
lavanguardia